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Indice

Bio-Puzzle 1: El Bote del Amor, La Fe y La Esperanza
Bio-Puzzle 2: Surfeando con el Verbo en la Tabla de Salvación
Bio-Puzzle 3: Jorobas de Provisión para Cruzar Nuestros Desiertos
Bio-Puzzle 4: ¡Mira Nemo, Mira Doris! ¡Cuidado con la Carnada!
Bio-Puzzle 5: El Tamiz del Discernimiento Conductual Ético
Bio-Puzzle 6: ¿Escaleras al Cielo o al Infierno? ¡Decidamos Ya!
Bio-Puzzle 7: Registros Contables de Nuestro Curriculum Vitae Espiritual
Bio-Puzzle 8: Retorno del Capital Espiritual Invertido: ¡Ser Multimillonarios en Bendiciones!

Bio-Puzzle 9: ¿Cómo Podemos Curar Nuestro Corazón Herido?
Bio-Puzzle 10: Amor Sostenido en el Tiempo Por, Para y En El Señor
Bio-Puzzle 11: Oda de Solemne Adoración a Dios por su Amor Sublime

Contenido General

El cuerpo central de éste volumen presenta once temas analógicos y alegóricos con sus correspondientes “pinturas puntillistas”, que la he capitulado bajo el título de “Bio-Puzzle”. En donde, “Bio” que significa vida; y “Puzzle” que es el término inglés que mejor define la forma en que se ha armado cada cuadro pictórico que se ha tratado y compuestos de un significativo número de “tessellas” (mosaicos) o “piezas de palabras alfanuméricas”. 


En el diccionario inglés, “Puzzle” como verbo transitivo está descrito como: “resolver un problema o situación complicada con dificultad o ingenuidad”, y también, indica: “retar mentalmente a una persona”. Como verbo intransitivo se interpreta como: “tener incertidumbre de una acción o la escogencia adecuada para la situación planteada”.


Mientras que cuando la usamos como sustantivo, “Puzzle” define a: “un problema, acertijo o enigma que requiere de pensamiento, inteligencia y habilidad para responder o para resolver”. Así como también: “un juego de habilidad y paciencia que consiste en recomponer una figura o una imagen combinando de manera correcta piezas, de distintas formas planas o tridimensionales, en cada una de las cuales hay una parte de dicha figura o imagen”.


Un sinónimo, en inglés, es “Head scratcher” (“Rompedor de cabezas”) que está definido como: “algo o alguien que es difícil de comprender”. El símil y traducción en español de los juegos de “Puzzle” es: “Rompecabezas” término, que, a criterio del autor, neuro-lingüísticamente no es muy proactivo para el objetivo de ésta obra, que busca más bien dar múltiples herramientas de ayuda al lector.

Preàmbulo

Antecede la narrativa central del libro un discurso inicial del anciano maestro. 

 

He aquí que el anciano maestro tomó unas hojas de papel virginal, y con un lápiz de grafito comenzó su travesía escritural plasmando una serie de analogías y alegorías que podrían ayudar a sus semejantes en el camino de procurar una vida sana con sencillez y prosperidad. Una vez finalizada su escritura, convoco a sus amados discípulos, “adanes” y “evas”, a consecutivas tertulias vespertinas. Mientras que el sol bermellón se derretía en las lejanas aguas del acantilado rojo, les dijo:

 


“Amados hermanos y amigos, el propósito de la vida es el cúmulo de vivencias que
cada uno de ustedes experimentan en este viaje peregrino de la existencia humana.
Se va formando paulatinamente por la interjección del conjunto de pinceladas, notas
musicales o piezas de un gran acertijo o “rompecabezas”; las cuales hay que
recopilar, procesar y juntar para poder ver en la composición final el propósito que
cada uno tiene en esta vida terrenal. 


Todas las piezas recolectadas son relevantes para nuestra obra conclusiva: las piezas
de los bordes que nos limitan para no extraviarnos; aquellas piezas que van en las
esquinas que nos integran al gran marco; las piezas blancas que simbolizan nuestra
inocencia y pureza; las piezas celestes nos transmiten paz y sosiego; mientras que
las rojas muestran nuestra pasión y vigor.


Las piezas radiantes y bellas nos dan alegría; las piezas negras y feas nos dan el
contraste y el matiz; las piezas verdes de la naturaleza nos inspiran esperanza;
aquellas amarillas y doradas emanan energía y valor.


Las piezas grises que nos hacen melancólicos y nostálgicos; las piezas de colores
alegres y tristes que nos hacen más mortales y las piezas desgarradoras en donde se
anidan el miedo y el terror que nos paralizan; las piezas con colores delicados y
pasteleados destilan la ternura espiritual de Dios hacia nosotros.


Cada pieza, grande y pequeña con penínsulas y bahías de entrega y recepción que
juega a un dame y toma con sus piezas vecinas, interrelacionándose entre sí, es
símbolo y señal de nuestra asociación armoniosa de dar y recibir relacionadas con
nuestro prójimo cercano y lejano. Y finalmente, la pieza clave del corazón donde se
asienta el “Amor Sublime”

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